Saturday 19 January 2013

Mi vida en el imperio Persa...

Aunque seria conveniente cambiar el nombre de mi blog, o crear uno nuevo, creo que prefiero conservar este porque lleva una secuencia de lo que ha sido mi vida en los ultimos 3 anios... (esto suena mejor que admitir que me da una flojera extraterrestre crear uno nuevo).

Lo cierto es que mi vida ha dado un giro inesperado convirtiendo mi vida paris... en otra gran aventura de corte realista-idealista-romantica...
Les explico:
Hace tres meses, contra todo pronostico, me fui a pasar una temporada con Farhad - el amor de mi vida- en Iran!
Hhjmm? Uyyy que miedo! Pero, porque? Que hacias alla? Asi reacciona la gente cuando les cuento jajaja.. Les parece una cosa abominable e inimaginable! Y aqui quiero hacer un parentesis para comentar algo que me parecio muy curioso al llegar de regreso a Paris, y que mi pana Jan me ayudo a descifrar y analizar.
Lean esto: Es comico que cuando le dices a la gente que vienes de vivir cierto tiempo en Paris, a la gente se le ilumina la mirada! Les saltan los ojos con un dejo de envidia y de admiracion... Ayyy la ciudad del amor... Que bello! Y tu hablas Frances? Ay pero que EXITO! Que chic! La gente hace preguntas tan pendejas como: ay, y me imagino que vas a la torre Eiffel todos los dias? Y comes croissant siempre? Alo??? arrrrgggg.... Esta gente, pobrecita, ni se imaginan que los ultimos 6 meses de mi vida en Francia estuvo llena de 10 hrs diarias de trabajo duro en cocina, frio que te hace doler las neuronas, largas jornadas de tren, caminata, metro, malos olores y extremo agotamiento fisico... A esta gente ni siquiera les pasa por la mente en Francia - la ciudad del amor - tambien te explotan, tambien pasas trabajo y hasta te puedes mochar un f... dedo trabajando en la cocina para obtener tu diploma... Es decir, en Francia tambien se puede ser miserable! Eso no lo dicen los anuncios turisticos sobre Paris, la ciudad de la luz! Por eso nunca pensamos en Francia de esa manera.
Sin embargo - y he aqui la validez de mi parentesis - cuando le digo a la gente que vengo de pasar una temporada en Iran, las reacciones son de terror instantaneo! De alerta! De rechazo inmediato. Pues eso es lo que nos dicen constantemente que es Iran... Aun y cuando esta temporada me haya brindado felicidad absoluta junto al hombre que amo. Aun y cuando durante estos 3 meses me haya sentido mas segura y a salvo que cuando estoy en Caracas. Aun y cuando fue en Iran donde, despues de 3 anios arrastrando la maleta pa'ca y pa'lla, me senti que finalmente encontre mi sitio, mi hogar, donde me senti verdaderamente en casa... Ojo! Y no porque sea Iran, Afghanistan, o Suiza... es simple y llanamente porque alli consolide mi union con mi otra mitad, alli recibi el amor y la proteccion de un hombre maravilloso cuya nacionalidad y direccion de habitacion me es absolutamente irrelevante.
Se fijan que ironica es la vida? Nos ensenan que querer y que rechazar! Estamos entrenados - quien sabe por quien - a juzgar lo que es "bueno" y lo que es "malo", ni siquiera por nuestra propia experiencia sino a traves de las experiencias y visiones de otros. Y resulta que por muy feliz que haya sido mi vida en Francia, nunca me senti tan feliz y tan completa como lo fui estos 3 meses en la temible Republica Islamica de Iran!!! Que tal?
Esto me sirve para confirmar una vez mas que cada quien tiene un camino propio, que cada quien debe recorrer el suyo con valentia, con coraje y con el corazon abierto a vivir y experimentar nuevas cosas. No podemos permitirnos repetir o copiar la vida de otros, los miedos e inseguridades de otros, somos unicos y como seres unicos con una mision unica debemos esforzarnos por encontrar nuestro propio camino, nuestras propias formas y maneras de vivir la vida lo mejor y mas feliz posible.

Aqui les voy compartiendo por orden cronologico mis notas de blog registradas desde el dia que tome mi vuelo a Tehran, y asi me acompanen durante todo mi recorrido por la cultura, los valores, y los tesoros escondidos del subestimado imperio persa...



14 de Octubre, en el hotel de Paris, con Yasmin. 

No puedo dormir, doy vueltas y vueltas en la cama.  Sudo, pienso, me pregunto, me da frio, me repito a mi misma que todo saldrá bien y que no hay de que preocuparse. Despues de todo soy solo una turista que quiere ver el país. Que de malo hay en eso?
Despues me pregunto como será la actitud de Farhad? Será el mismo de siempre? cariñoso? Atento? Se convertirá en otra persona por la influencia de su entorno?
Llega la hora de mi vuelo y me sigo haciendo mil preguntas… debo ir? Estoy loca? Que es lo mas sensato? Tantas advertencias sumaran una realidad que yo no quiero ver? Soy una terca? Tanta gente no puede estar equivocada... Sin embargo me dejo llevar por mi corazón una vez mas.  Siempre gana el ante todo y ante todos.  Me dejo convencer por este gran amor que me une a este hombre de orígenes desconocidos y perteneciente a un mundo misterioso lleno de interrogantes.
Durante el vuelo no pude dormir preguntándome en que idioma hablaría con estos sres que en la tele y en las pelis se ven tan temibles. La policía Irani, wow! Que miedo! Que me preguntarían? Se darían cuenta que mentia al decir que venia invitada por una familia para conocer el país? Se darían cuenta, gracias a su entrenamiento militar ultra inteligencia-musulmana, que venia a pasar una temporada con mi novio, y me pondrían presa por violar las normas morales y religiosas del país?
Bueno, no me queda mas que confiar… entonar dmk en silencio mientras el avión se aproxima a la pista, engancharme mi velo y confiar en que todo saldrá bien. Y asi fue. El guardia de inmigración ni me miro a la cara. Despues de una larga fila de hombres en la cabina de “foreigners”, el oficial de inmigración calmadamente tomo mi pasaporte, vio la info en la pantalla del computador y procedió a sellarlo sin retardo con un timido “velcome to Iran”.
Y una vez mas descubro que mi corazón tenia razón. Una vez mas mi corazón me llevo a puerto seguro.
Llegue, para mi gran sorpresa, a un aeropuerto muy moderno y bastante organizado. Todo dispuesto para que el viajero se ubique rápida y comodamente. Al salir no veo rastro de Farhad. Veo muchas caras… gente con flores en la mano buscando a su viajero entre la multitud. Pero no veo a mi sweetie. Oh! No! Lo hizo otra vez! Se quedo dormido y no vino a buscarme! El velo comienza a ahogarme... tengo un calor que me asfixia! Ok. Te compones como buena viajera que eres y resuelves. Hay que llamarlo! Voy a una cabina de info al pasajero que esta conveniente ubicada frente a la salida de pasajeros, y la chica muy sonriente con su escueto ingles me dice donde conseguir una tarjeta telf para llamar. El chico que las vende no sabe cuanto cobrarme en moneda extranjera, entonces le muestro una moneda de 1 euro y me dice con la cabeza. Ok!
Corro al telf publico, y mientras trato de descifrar las instrucciones en farsi para poder discar el num de Farhad.  Veo su cara sonriente aparecer frente a mi! Uffff!!! Que alivio! No me quede tirada en este aeropuerto…
En eso veo otras dos mujeres tomandome fotos con un estusiasmo que no entiendo… confuso! Inmediatamente y después de un largo abrazo, Farhad me explica quienes son y me presenta entonces a su hermana y su sobrina. Dos mujeres con el rostro y la expresión mas dulces de las que he visto en mi vida. Su hermana, Shahin, me abraza con una dulzura y afecto que pareciera que me conoce de vidas pasadas.  Siento seguridad y confort en este abrazo. Me siento reconfortada en su sonrisa que me dice sin palabras, “estas segura, no te preocupes, te vamos a cuidar...”
Desde ese momento y hasta ahora, a 4 dias de haber llegado… me he sentido tan atendida, tan rodeada de cariño y atenciones que esos días de angustia, de advertencias, de preguntas… parecen pertenecer a una película de misterio que solo se estreno en mi cabeza y la de mis padres. Esta gente que me habla por medio de senas, dulces sonrisas y un enorme esfuerzo por pronunciar palabras en ingles, me ha hecho sentir en casa. Me siento en casa. Aunque Farhad no deja de repetirme que esta mi casa, nuestra casa, our “home”, lo que realmente me hace sentir como en casa es el esmero con el que esta gente me ha tratado desde el dia que llegue. En lugar de tener que esforzarme, aunque lo he hecho – por entenderlos en su idioma, ellos hacen un constante esfuerzo por entenderse conmigo. Todos repiten las frases que Farhad les ha ensenado para decirme cosas como: “estoy feliz de que estes aquí”, o “bienvenida a nuestra casa”…

Es impresionante la química que los seres humanos generamos para expresar nuestras emociones sin necesidad de usar la palabra. A veces solo una mirada, una sonrisa, un gesto es suficiente para decir lo que quieres expresar. Esta es la forma como me he comunicado con Shahin, la hermana de Farhad que ha estado aquí para atenderme, cuidarme y darme seguridad. Esta señora me da la impresión de haber sido designada embajadora por mi mama para cuidarme… sin saberlo, creo sin siquiera advertirlo, la sensación que me brinda estar cerca de ella, me regala cierta tranquilidad, cierta seguridad…. Como el confort que brinda estar cerca de mi mama. Son tas extrañas las maneras que tiene la vida de brindarte nuevas formas de experimentar sensaciones ya conocidas. Como imaginaria yo que vendría a encontrar en un lugar tan remoto, tan temido, tan lejano, una sensación de “casa”. Ha de ser porque mi amor esta aquí, o porque me reconozco en el y su cultura, o porque me siento tan cercana a el que puedo relacionarme también con los suyos, con lo suyo, con lo que lo rodea…



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