Goodbye France… I’ll treasure you for the rest of my life…

Adiós Francia… te atesorare por el resto de mi vida…

Esto es lo que mi corazón susurra al acercarse la hora de mi partida.

Francia no ha sido solo un destino más en mi largo recorrer por la vida. Francia ha sido “EL DESTINO”… en mayúsculas, porque así viví mi vida durante mi paso por este país: en mayúsculas.  Mi mudanza a Francia significo muchas y grandes cosas, movió mi alma y mi espíritu en busca de una existencia más feliz, mas llena, mas real.  Aquí el universo me dio la oportunidad de renacer en todos los sentidos. Aquí encontré centro. Aquí, me re-encontré conmigo, con la verdadera yo, con la más profunda yo. Parece mentira que uno tenga que viajar tantos kilómetros para encontrarse jajaja… pero, no! No se trato nunca del kilometraje sino del momento, del timing. Estaba ya lista para vivir todo lo que aquí me toco vivir, para aprender todo lo que esta experiencia me enseno. Estaba lista para encontrar el Budismo, pues necesitaba darle base espiritual a mi vida. Estaba lista para asumir el reto de instalarme en un país extraño, donde todos los días fueron una victoria alcanzada incluso en los escenarios más cotidianos, como; comprar un ticket de tren, o ir al supermercado, o cruzar breves palabras con gente desconocida, o incluso viajar sola y poder disfrutarlo. Desde el mismo día que llegue a este país, el 15 de Septiembre del 2010, la vida se me convirtió en un hermoso desafío diario por adaptarme lo mejor posible, por ser feliz incluso estando lejos de los míos y sabiéndome sola en un ambiente extraño, con una lengua extraña y una cultura extraña.  Hoy, casi dos años más tarde, siento la inmensa satisfacción de haber pasado la prueba. Pude probarme a mi misma que no hay nada que no pueda hacer en la vida si mantengo este coraje y este espíritu de búsqueda constante. Los temores siempre estuvieron allí, amenazando con quebrantar mi voluntad, amenazando con doblegar mis deseos… pero al final de cada pequeña prueba siempre venció la determinación de avanzar, incluso acompañada de mis miedos.  Lo mas místico es que hoy por hoy, ese ambiente, esa lengua y esa cultura que parecían tan extraños al principio, son también míos. Los hice parte de mi vida y se convirtieron en mi día a día, en parte de mi y de mi identidad. La vida tiene extrañas maneras de manifestar la felicidad… y este proceso de adaptación es una de ellas. Francia siempre quedara en mi corazón como mi segunda casa…

Mi paso por Francia, aunque en tiempo calendario ha sido de un ano y 8 meses, en tiempo real parece de 10 o 15 anos. Se siente como un relámpago lleno de fuerza y cargado de energía y de mil otras cosas… Pasaron tantas cosas dentro de mí y alrededor de mil que no sabría como explicarlo con las palabras correctas.  Al cabo de dos años de repente mi vida es total y absolutamente diferente. Los días de tristeza, de inconformidad y de queja quedaron atrás… Para empezar, de repente tengo un nuevo oficio y una nueva pasión; la cocina. De repente tengo en mi vida personas maravillosas que me han dado amor y amistad como nunca antes había recibido. De repente tengo una solida base espiritual y una fe galopante que me acompaña con una fuerza  comparada a la de un caballo que corre libre en la sabana. De repente me tengo a mi, si, solo a mí y me siento feliz de tenerme entera e integra. Y de repente, también, aparece el verdadero amor en mi vida…

Pues, si. ;)

En Francia no solo me entrene como cocinera, no solo encontré el Budismo, no solo conocí a mis mejores amigos de la vida; sino que en Francia también, conocí al amor de mi vida! How cool is that??? ;)

Tuvimos que rodar tanto, tuvimos que pasar por tantas cosas, vivir tantas cosas cada quien por su lado, para encontrarnos aquí, en este mínimo puntico del mapamundi.  Díganme ustedes si no es místico. Si no estaba escrito… Este hombre maravilloso del que estoy enamorada y con el que quiero pasar el resto de mi vida es el retrato vivo de mi “lista” jejeje… Ustedes sabran que toda mujer soltera tiene una lista! Donde ponemos, ítem por ítem, lo que deseamos de una pareja.  Con pelos y señales; que sea guapo, que no sea pela-bola, que sea familiar, que tenga buen humor, que sea alto y delgado, etc, etc, etc… Pues este viejo (10 años mayor que yo), salido del imperio Persia, con sus hermosas cejas gruesas, con la mirada más tierna que he visto en mi vida, con la inteligencia que mamara y papando me ensenaron a apreciar, con el pasaporte mas sellado que he visto y con un talento único en las artes culinarias; se dedico a llenar casilla por casilla, todos los ítems de mi lista! Qué tal? Que atrevido vale! Todavía me pregunto si fue que la leyó antes de conocerme…

Este adonis Ingles de origen Iraní, ha recorrido el globo terráqueo para llegar - después de mucho lidiar con la vida - a un pueblito de Francia llamado Cap D’Agde a participar de un curso de cocina francesa; donde le toco, por obra y conspiración del destino, tener de cookteam al caramelito tropical que les escribe.  EL corrientazo fue instantáneo! Pero yo lo ignore, por supuesto ;) Primero muerta que sencilla! Pero mis causas junto a sus causas pudieron mucho más e hicieron de nosotros el efecto que conformamos hoy.  Sin preverlo, sin planearlo, sin buscarlo – así como suceden las mejores cosas de la vida, conocí al amor de mi vida!  Encontré la horma de mi zapato. La exacta. La que no me aprieta, ni me queda floja, ni me hace cayos, ni huele mal… esa horma que se adapta tan perfectamente al pie derecho como al izquierdo (que en mi caso es el más grande).  Después de mucho rodar, después de mucho hacer y deshacer, después de mucho cantar por manifestar el amor en mi vida… este hombre apareció para completarme. Para convertirse, de la noche a la mañana, en mi otra mitad.  En el hombre que admiro y respeto lo suficiente como para dejarlo entrar a mi vida por la puerta grande... Ojo! Les estoy hablando de un tipo que no habla mi idioma, que viene de otra cultura y que sin embargo baila salsa mejor que yo, suena con vivir en Margarita, que tiene más reggaetón y merengue que yo en su Ipod, que se muere por abrazar a mi abuela y que saluda a mi mama de “Hola mama” con un comiquísimo acento ingles…  Quien me hubiese dicho que en aquel rincón perdido del sur de Francia conocería, además del amor por la cocina y el vino, al padre de mis hijos, me le hubiese reído en la cara!

Pero fue la vida quien me sonrió finalmente. Así de misterioso trabaja el universo… siempre conspirando a nuestro favor, nunca en contra!

Así que de Francia, me voy feliz! Me voy realizada en todas mis metas y sueños! Estoy más que lista para empezar un nuevo capítulo, esta vez para variar, a dúo…

Hoy es mi último día de pasantía. Mi último servicio en el restaurant L’Angle du 15. La satisfacción de cerrar el ciclo de mi formación como cocinera es inmensurable. Me siento - además de agotada- supremamente orgullosa de mi! Logre superar esa tentación de abandonar, de renunciar que me coqueteo tantas veces durante estos 4 meses.  Me voy de Francia con mi diploma bajo el brazo, con mi primera experiencia en restauración, con mi Budismo y con mi viejito hermoso… que más puede pedir una venezolana en Paris???... ;)

Los QM!